La célebre María Montessori, educadora italiana de finales del siglo XIX y principios del XX, tiene muchas frases para recordar, y a nosotras nos gusta especialmente esta que consideramos que siempre debería estar de actualidad: “Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”.
Montessori defendía una escuela en la que el propio niño desarrollara sus capacidades de una forma más libre, a partir de un material didáctico que esté a su disposición y que puedan elegir para trabajar. Su planteamiento era renovador y nada conservador, y por tanto generó sus controversias.
Educar en libertad y fomentar la responsabilidad de los niños es un criterio que compartimos totalmente desde Centro Vitae Psicología. De ahí nuestra especialización en Disciplina Positiva, con la que damos formación a cada vez más padres y madres. Las claves: Ni autoritarismo ni sobreprotección. Que en su educación el niño se sienta querido, respetado, integrado en el núcleo familiar independientemente del tipo de familia, a la vez que se mantiene una disciplina positiva.
La disciplina positiva prioriza el respeto mutuo y la dignidad del ser humano. Tiene que ver con dotar a los niños de estrategias, habilidades, enseñanzas y educación; siendo nosotros los moderadores de su conducta, guías en el proceso de aprendizaje desde una perspectiva del cariño y el respeto. La Disciplina Positiva se basa en que las familias eduquen a sus hijos de la manera firme, pero amable. Para que esto ocurra, la educación de los hijos debe nutrirse en la comprensión y la empatía, en el cariño, sin caer en los límites de la permisividad y evitando el uso de los castigos.
Sin duda, esta filosofía se respira en la frase de María Montessori que hoy hemos querido recuperar para reflexionar: «Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”.