Ahora parece que las cosas están empezando a tranquilizarse y yo ya me encuentro mejor, me ha costado entender que pasaba a mi alrededor pero ya lo estoy superando. Quiero contaros como lo viví yo por si os sirve de ayuda: Mis padres son Rosa y Luis llevaban casados 18 años, y somos dos hermanos, Andrés de 12 años y yo.
Desde que tenia 14 años mi casa era una guerra. Nunca sabia cuando podía estallar la bomba. A veces sucedía cuando mi padre que trabajaba mucho y paraba poco en casa volvía de algún viaje de trabajo y mi madre le decía que estaba cansada de tener que encargarse de todo ( todo éramos nosotros, claro! ). Otras cuando se ponían a gritar sin yo saber porque, no se podía estar tranquilo! Era una situación que me producía mucha angustia, estaba siempre con el alma en vilo y además después de la broncas aun era peor, pues el ambiente de mi casa se volvía triste y serio y ver a mi madre deprimida y/o a mi padre enfadado no me gustaba nada. Ni mi hermano ni yo entendíamos muy bien que les pasaba, ni ellos nos lo contaban y a nosotros nos daba miedo preguntar.
Miles de preguntas rondaban por mi cabeza: Antes se querían ¿o no?, ¿les habremos dado muchos problemas mi hermano y yo?, ¿es tan malo mi padre para no poder vivir con él cómo dice mi madre?, ¿que pasara con nosotros si se separan?. Así pasamos un tiempo , yo empece a bajar mis notas en el colegio , en casa ni podía estudiar ni me podía concentrar, estaba sin muchas ganas de nada, y saltaba por cualquier cosa y hasta mis amigas me decían que estaba rara pero yo no quería contar lo que pasaba en casa, me sentía sola triste, desgraciada, ¿ Porqué me tiene que pasar a mi ?. Hasta que un día mi madre nos sentó a mi hermano y a mí en el salón y nos dijo que se iban a separar. El mundo se me vino abajo, yo había pensado en esa posibilidad pero no quería que llegara, no quiero dejar de ver a mi padre! , el se iba a vivir a otro sitio y pensé que me dejaría de querer .En esos momentos me sentí muy enfadada con mi madre, ¡era por su culpa! . Al separarse me empezaron a hablar mal el uno del otro, escucharles me ponía fatal, a veces pensaba que mi padre era el malo, y a veces pensaba que era mi madre, hasta que decidí hablar con ellos y decirles que no me utilizaran de recadera, que no me hablaran mal del otro y que lo que tuvieran entre ellos no yo no necesitaba saberlo, que eran mayores y que arreglaran entre ellos sus problemas sin meterme en medio.
También pensé que ya no nos querían, salían con amigos y amigas , tuve que preguntarles que iba a pasar con nosotros, les dije que los quería a los dos y no quería perderles. Me sentí muy bien cuando me dijeron que pasara lo que pasara seguirían siendo nuestros padres y nos querrían siempre. Empecé a entender mejor las cosas: podía verlos cuando quería, no tenia que elegir entre ninguno de los dos, me ayudó mucho hablar con ellos de lo que me preocupaba, Me di cuenta que era un momento duro para ellos y que si estaban tristes a veces no era por nosotros sino que también necesitaron un tiempo para ir poniéndose mejor.
Yo hubiera querido que se reconciliaran pero no pudo ser, a veces estas cosas pasan. Ahora en mi casa hay paz y yo me encuentro mejor que antes, tengo a los dos aunque no vivan juntos.