Sí, muchas veces suelen ir de la mano, pero se tiende a confundir este tipo de estados emocionales que pueden influir claramente en nuestra estabilidad mental. De hecho, según el propio Ministerio de Sanidad, en torno a un 10% de la población padece ansiedad crónica, por poner un ejemplo.
Cuando hablamos de depresión y de ansiedad, muchas veces mezclamos ambos estados emocionales y sí, es cierto que puede existir cierta correlación. Es decir, es habitual que convivan ambos estados y que incluso se retroalimenten. En este sentido, se tiende a hablar del trastorno ansioso-depresivo.
Sin embargo, puede haber numerosas diferencias entre la depresión y la ansiedad. Es fundamental conocerlas y realizar un diagnóstico preciso, puesto que las terapias recomendadas pueden variar.
Recuerda que, en nuestro centro de psicología, ofrecemos tratamientos especializados en ansiedad, así como para la depresión, ¡consúltanos!
Ansiedad y depresión, ¿en qué se diferencian?
Ahora, vamos a analizar algunas de las diferencias más notorias entre la depresión y la ansiedad, con el fin de que tú las puedas distinguir.
Síntomas físicos
En primer lugar, tenemos que hablar de algunos de los síntomas físicos de estas patologías. En común, guardan ciertas semejanzas, como puede ser la fatiga y cansancio que generan. Sin embargo, hay ciertas diferencias.
En el caso de la ansiedad, uno de los síntomas físicos más característicos radica en el aumento del ritmo cardiaco. La frecuencia de los latidos es mucho mayor. Además, muchas veces los problemas intestinales y la tensión muscular son otros de los síntomas más claros de la ansiedad.
Cuando hablamos de los síntomas físicos derivados de la depresión, uno de los efectos más habituales de esta patología se encuentra en la falta de apetito. Debido a ello, la pérdida de peso es una de las consecuencias físicas más notorias.
Síntomas psíquicos de la depresión y ansiedad
Hay diferentes cuestiones en común cuando hablamos de la depresión y la ansiedad. Por norma general, estas patologías se producen en personas que tienen una gran falta de confianza y seguridad en sí mismas.
Si nos centramos en los síntomas psíquicos, podemos encontrar aun más diferencias entre la depresión y la ansiedad. Esta diferencia se hace patente por las propias causas del trastorno que la producen.
Cuando hablamos de la ansiedad, normalmente se centran en episodios que tienen un trasfondo fácil de detectar. Los cuadros de ansiedad se producen por una serie de situaciones detectables a los cuales hay que hacer frente, de una forma u otra. La ansiedad es la activación de nuestro sistema de alarma ante un peligro que muchas veces se sobredimensionan.
En el caso de la depresión, las causas o situaciones no están claramente diferenciadas. Sí, se puede asociar una causa concreta, como el fallecimiento de un ser querido, pero no es la exposición ante una amenaza lo que activa este estado emocional. Así, dentro de la depresión se encuentran las causas biológicas, como los cambios hormonales o factores propios de la personalidad.
A pesar de que muchas veces no haya una razón aparente, la depresión causa un sentimiento de culpa y de baja autoestima. Estas fases de desesperación y tristeza pueden ser tan agudas que pueden llevar incluso a tendencias suicidas. De la misma forma, una persona con depresión no disfruta de situaciones que deberían de resultarle placenteras.
Cuando hablamos de la ansiedad, los síntomas más claros se refieren a la angustia y al agobio, fruto de la activación del sistema de alarma que hemos mencionado anteriormente. A diferencia de lo que sucede con la depresión, una persona con ansiedad sí que disfruta de las situaciones placenteras.
Como puedes ver, hay muchas cosas en común entre la ansiedad y la depresión, pero también pequeñas diferencias que hacen que los tratamientos a determinar puedan ser bien distintos. Si tienes alguna duda, ¡estamos a tu disposición!