La depresión es una patología muy compleja, cualquier persona puede sufrir un episodio depresivo a lo largo de su vida, pero lo que lo provoca puede ser totalmente distinto.
Comprender el origen de la depresión, en este sentido, puede ser de gran utilidad para que la persona reciba el mejor tratamiento posible. Hoy, os queremos hablar de uno de los tipos de depresión vinculados precisamente al origen. Os hablamos de la depresión endógena.
¿Qué es la Depresión Endógena?
La depresión endógena es aquella que se genera dentro del cerebro del individuo, sin que haya un desencadenante concreto, como sucedería por ejemplo con la depresión exógena. De manera que no hay factores externos que supongan un problema en la persona que sufre depresión, como podría ser el fallecimiento de un ser querido, una ruptura sentimental o el despido del trabajo.
Causas de la Depresión Endógena
Al no haber un desencadenante externo que provoque el episodio depresivo, sólo nos queda mirar en nuestro interior. Efectivamente, las causas detrás de la depresión endógena son de carácter biológico y, más concretamente, tiene que ver con nuestros neurotransmisores.
En la depresión endógena, la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, se presenta en bajos niveles provocando dicho estado depresivo, al revés que, en una depresión exógena, donde el proceso depresivo es el que disminuye la cantidad de serotonina en el cerebro.
De igual manera, hay que considerar el factor hereditario como clave en este tipo de depresión. Así, es más que probable que la padezca alguien en cuya familia ya haya habido casos previos de depresión endógena.
Síntomas de la Depresión Endógena
Podemos encontrar numerosos síntomas vinculados con la depresión endógena. A continuación, vamos a ver algunas de estas señales que nos invitan a pensar que se podría padecer este tipo de depresión.
En primer lugar, hay que hablar sobre la tristeza y ansiedad, la cual invade a la persona que sufre depresión. Existe una pérdida total de la ilusión por actividades que antes gustaban, generando tristeza y apatía. El estrés y la ansiedad son sensaciones que, de la misma manera, se repiten de forma recurrente.
Otro de los síntomas está en la sensación continua de fatiga, estando cansado todo el rato y sin ganas de hacer nada. La situación de malestar puede ser tal que se sienten dolores y molestias persistentes de carácter somático.
El patrón del sueño también está alterado en una persona que sufre este tipo de depresión. Esta alteración puede implicar el dormir poco, dormir mal o, por el contrario, dormir mucho más de lo que suele ser habitual.
Asimismo, es patente la ausencia de interés y de desidia ante cualquier noticia, no expresando sus emociones.
Tratamiento de la Depresión Endógena
Por norma general, el tratamiento para la depresión incluye terapia psicológica y farmacológica. Es necesario realizar una terapia en la que ayudar a la persona a recuperar la ilusión por realizar actividades agradables, mejorar la autoestima y/o las habilidades sociales. Aquí, puedes saber más acerca de nuestros tratamientos para la depresión.
La medicación puede ser un factorimportante en el tratamiento, funcionando de manera complementaria a la terapia psicológica, puesto que una de las claves de la depresión reside en el control químico de los neurotransmisores. De forma que tiene el objetivo de conseguir una mejora en el estado de ánimo de la persona.
Como puedes ver, la depresión endógena tiene, en su origen, una clara diferenciación con respecto a otro tipo de depresiones. Sin embargo, con las pautas adecuadas y el trabajo conjunto entre paciente, entorno y terapeuta, se puede tratar y evolucionar favorablemente en la patología.