Las relaciones de pareja son una valiosa fuente de amor y seguridad en la vida de las personas. Sentirse enamorado y correspondido es una experiencia tan poderosa que nos hace estar mejor con nosotros mismos, con los demás y con el mundo.
Si bien no todo es de color de rosa en las relaciones; la complejidad humana es casi infinita y vincularnos con otra persona puede también activar inseguridades, miedos y otras emociones.
Formar y mantener una relación de pareja tiene sus retos debido a diferentes factores como el pasado de cada uno o las circunstancias del presente algunas de las cuales pueden ser: la incompatibilidad de horarios, la distancia física, problemas personales o familiares, entre otros.
Siguiendo una metáfora bien conocida por todos: el amor es como una planta, necesita cuidados para crecer y florecer. Pero ¿acaso sabemos qué y cómo cuidar nuestra relación de pareja?
En esta lectura hablaremos de los cuidados emocionales que necesita nuestra relación y de cuáles son las primeras señales que nos indicarían que necesitamos ayuda terapéutica.
¿Qué y cómo cuidar nuestra relación de pareja?
Disponibilidad
¿Estás física y emocionalmente disponible para tu pareja y viceversa? Un aspecto esencial del vínculo de pareja es sentir que el otro está ahí para mí. A veces, las parejas están separadas físicamente pero no sólo es importante la disponibilidad física sino la disponibilidad emocional, esto es, sentir que si algo sucede -tanto bueno como malo- hay una persona que estará ahí para mí.
Estar disponible para la pareja y viceversa no es lo mismo que la dependencia emocional (de esto hablaremos en otra lectura).
Seguridad
¿Es tu relación de pareja un espacio donde se aceptan, se escuchan y se validan las emociones de cada uno, sin juicios, ni críticas o castigos? Otro ingrediente fundamental es sentirnos seguros, entendidos y validados en nuestras emociones, vivencias, experiencias de vida pasadas, presentes y futuras.
Compromiso
¿Estáis involucrados en la relación de pareja?
No sólo se trata de tener objetivos y proyectos comunes que hagan más fuerte el vínculo como vivir juntos, formalizar la relación o tener hijos; sino que además implica tener y sentir -por parte de tu pareja- que sois un espacio de intimidad y conexión sólido con vistas a seguir siendo un equipo que se complementa.
“Alerta”: tu relación necesita ayuda
No sólo con el amor basta. En muchas relaciones las personas se aman, se admiran, tienen intimidad sexual y ganas de estar juntos en un futuro, pero hay algo que no termina de ir bien.
No se trata únicamente de discrepancias, malos entendidos o fuertes discusiones, sino que lo que sucede es algo más que escapa al control de la pareja.
Si tu relación viene acumulando meses de: poco tiempo de calidad, escasa o no satisfactoria intimidad sexual, problemas para sentirse entendido o entender al otro, dificultades para estar ahí para el otro -y viceversa- de forma predecible, o en caso de que haya ocurrido algo que ha roto la confianza y la seguridad, es el momento de pedir ayuda.
Cuando nuestras propias herramientas no alcanzan para reconducir la situación y volver a recuperar la conexión; podemos dejar que nos acompañen en terapia de pareja.