El impacto de las redes sociales en la sociedad, desde que se comenzaron a usar hace ya más de 15 años, ha sido espectacular. Ha cambiado la forma en la que nos comunicamos con otras personas o la forma en la que invertimos nuestro tiempo de ocio.

La revolución iniciada por redes como Facebook o Twitter y continuada por Instagram o Tik-Tok ha modificado nuestros hábitos, aumentando el uso del móvil de forma alarmante, creando un fuerte hábito de uso de las nuevas tecnologías que, en algunos casos, puede llegar a producir un patrón de adicción a éstas.

Por ello, en este post encontrarás más información sobre la adicción a las redes sociales y de cómo éstas pueden convertirse en un verdadero problema para adolescentes.

Los Adolescentes y las Redes Sociales

La adolescencia es un período de grandes cambios a nivel biológico y psicosocial. Éstos cambios son necesarios para que los y las adolescentes se desarrollen como personas adultas, si bien, algunos de éstos entrañan todo un reto para los propios adolescentes y sus familias.

En este aspecto, el uso y abuso de las redes sociales les puede llevar a una serie de problemas añadidos, pues los adolescentes han nacido dentro de una sociedad “tecnologizada” por lo que para ellos y ellas el uso del móvil, tablet u ordenador es una pieza fundamental de su rutina académica, social y personal.

Ahora bien, en este periodo en el que aún necesitan tiempo para desarrollar habilidades de consciencia, de auto-control, así como una identidad propia, las tecnológicas pueden convertirse en la gran manera de obtener entretenimiento y una red social. El abuso de las redes sociales consiste en estar permanentemente en contacto con amigos y conocidos.

Estar siempre conectado conlleva también sus riesgos, a veces poco contemplados por los y las adolescentes quienes por motivos de edad, suelen tener menor percepción del riesgo.

Las redes sociales son también fuente de expectativas poco realistas acerca de una vida e imagen idílica. La alegría, felicidad y perfección que se plasman en las redes sociales chocan frontalmente con la realidad en el día a día de prácticamente cualquier persona.

Esta ficción puede afectar de forma muy negativa a los adolescentes, los cuales piensan que tienen que estar haciendo siempre cosas divertidas o que tienen que ser perfectos, como lo que ven en las redes sociales.

Por esto, el mal uso de las redes sociales  lleva en ocasiones a problemas psicológicos. El cóctel puede ser realmente explosivo.

Ansiedad, Depresión o TOC, las patologías derivadas de las Redes Sociales

Numerosos problemas psicológicos están relacionados con el uso, abuso y adicción a las redes sociales. En algunos casos es porque éstas generan un alejamiento de una rutina real y saludable, por ejemplo, en adolescentes que únicamente interaccionan online con otras personas o en otros adolescentes que son atraídos por grupos que promueven la delgadez extrema.

Si bien, problemas de ansiedad, depresión o problemas en el entorno familiar o social pueden llevar a un incremento del uso de las redes sociales, desarrollándose un nuevo problema psicológico: la adicción a las mismas.

En definitiva, el mal uso de las redes sociales y los problemas psicológicos son problemáticas que pueden retroalimentarse y ser tanto causa como consecuencia en sí mismas.

La Gestión de la Adicción en Redes Sociales

Todos estos riesgos hacen que muchos padres se preocupen por el excesivo uso que hacen sus hijos del móvil y de las redes sociales. Además de las patologías mencionadas, para los padres genera el estrés de no saber qué hacen sus hijos tanto tiempo “pegados al móvil” y, por el otro, tienden a tener problemas de confianza y de comunicación entre ellos.

Lo primero que hay que entender es que las redes sociales son una forma de comunicación más y que demonizarlas no va a servir de absolutamente nada. Por eso, condicionar su uso a la conducta de los adolescentes no es la mejor estrategia, ni como premio, ni como castigo.

Asimismo, intentar familiarizarse con las redes sociales que utilizan los más jóvenes e interesarse sobre cómo las usan, de forma natural, cercana y sin prejuzgar.

Ser un ejemplo es la mejor forma de que tus hijos no abusen de las redes sociales. Muchas veces, los adultos decimos que los jóvenes están “están siempre pegados al móvil”. Ahora bien, no somos conscientes de lo que nosotros mismos estamos conectados al móvil, ¡igual nos llevábamos una sorpresa!

Por eso, tener cierto autocontrol sobre el tiempo que estamos en las redes sociales o con el móvil es el primer paso para que tu hijo adolescente tome ejemplo.

De la misma forma, es necesario establecer una serie de normas sobre el uso, restringiendo en diferentes momentos del día, como antes de dormir o durante las comidas, por poner varios ejemplos.

Por supuesto, fomentar ciertas actividades como quedar con amigos o practicar alguna actividad deportiva puede hacer que los jóvenes tengan un período de desconexión alejado del móvil.

Si, a pesar de estos consejos, la situación es difícil de gestionar, lo mejor es pedir ayuda profesional.  Nuestro equipo ha realizado diferentes talleres sobre adicciones en adolescentes como este. Además, en nuestro centro, podemos abordar los problemas derivados de estas adicciones, ¡consúltanos!

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