Puesta2Bde2Bsol - El espejo mágico o la mágica mirada en la pareja
La vida en pareja es un constante ejercicio de pactos, acuerdos y cesiones más o menos abiertas o
encubiertas. Hasta las parejas mejor avenida tienen 
sus desencuentros. Las dos personas que conforman
la pareja (la vivencia y convivencia es más complicada cuando el número de individuos aumenta) aportan su singularidad a la relación, sus aspectos maravillosos y también los oscuros y conflictivos. Es, cuanto menos, arduo ajustar dos formas de ver el mundo, de vivir la vida, dos escalas de valores, dos familias políticas (esto genera una barbaridad de situaciones límite), dos sexualidades, dos formas afectivas… Esto es la pareja, no tal vez en la primera fase del enamoramiento donde el velo del amor distorsiona hasta las fealdades morales más evidentes haciéndolas pasar por simples excentricidades sino cuando la relación se empieza a consolidar.
Cuando más diferencias haya en la forma de ser de los dos, más riqueza y también más posibilidades de conflicto. Ahora la idea de haber encontrado a la media naranja en la pareja ó 1 + 1 = 1 se ha demostrado errónea, pero en este momento social de gran individualidad no encontramos un equilibrio en ocasiones entre nuestra forma de mirar y la del otro o la otra. 
Antes en lo que se refiere a la supervivencia de las parejas (no a la calidad de la relación), las cosas estaban mas claras ya que no había mucha posibilidad de cambio o re-decisión y se lograba un equilibrio en general a costa de una de las partes pero que aportaba estabilidad a esta forma de relación. Esto no es lo deseable, no optemos por el equilibrio a costa de la renuncia de una de las partes, de la anulación de una singularidad. Sin embargo, con la gran libertad personal de este momento no encontramos el equilibrio entre dos fácilmente, por que cada uno cree que la forma de ver la vida, » la forma buena», es la suya. 
En la antigua tradición Zen hace ya muchos miles de años, relataron un cuento (H.Brunel; Los más bellos cuentos Zen) que nos puede servir para cambiar la forma de mirar en la pareja y dice mas o menos así: «Iruku el Cestero, un día de mercado paseando entre los puestos encontró un comerciante conocido que le ofreció algo mágico, «dicen que le llaman espejo». Iruku lo cogió entre sus manos y al mirarlo vio la cara de su amado padre, muerto hacia años y del que no conservaba un retrato pues su mujer no lo podía soportar. Sin dudarlo dio todo lo que llevaba encima para hacerse con aquel precioso botín. Al llegar a casa lo escondió en el granero y lo visitaba día tras día. Este comportamiento levantó las sospechas de su mujer, que un día cuando Iruku estaba haciendo sus cestas de bambú llego al desván y apartando el paño de seda que cubría el espejo dijo «¡Una mujer!» y furiosa le increpó a su marido «¡Me engañas!»; Iruku intentó explicar cuanto le satisfacía ver el retrato de su amado padre al que ella odiaba y por ese motivo lo había escondido en el desván. Y ella empeñada en que le mentía, que era el retrato de una mujer el que miraba, y él que era el retrato de su amado padre. Así en medio de la agria discusión fueron interrumpidos por una monja que llamó al portón y la tomaron como árbitro de la disputa. Ella subió al granero y sorprendida dijo: ¡Es una monja!.» ¿Podremos aprender a ver también desde los ojos del otro/a para entender su punto de vista de la relación, de la vida; en vez de cuestionarlo e intentar imponer nuestra mirada? Es fundamental para que una pareja pueda mantenerse en equilibrio este mirar mágico desde los ojos del otro miembro para entender tantas cosas… este es uno de los incontables retos de la pareja, que como estructura viva y en crecimiento nos sorprende a cada paso del camino común.
C/ Dr. Cerrada 29, 1º Izq. Zaragoza
                                                                                                               www.centrovitaepsicologia.com

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