Cuando hablamos de vejez parece que todo gira alrededor de aspectos negativos como el deterioro cognitivo físico y psíquico, la dependencia o los déficits. Se engloba esta etapa como negativa siendo la realidad mucho más variada. No hablemos de vejez, sino de “vejeces”, cada una con sus particularidades.
Hablemos de calidad de vida en la vejez. ¿Qué podemos hacer?.
A la hora de plantearnos cómo ayudarles, lo primero es tener en cuenta que son personas con derechos, y no objetos a cuidar. Son personas que piensan, razonan, sienten y toman sus propias decisiones. Nada tiene de relevante la edad.
Un aspecto fundamental para una buena calidad de vida en la tercera edad es el componente emocional. Los días ya no son tan activos como lo eran hace unos años y toca pasar más tiempo mirando hacia el mundo interior y contactando más que nunca con las emociones.
La persona mayor tiene que ir renunciando cada vez a un mayor número de cosas. No dejemos que la salud mental sea otra de ellas. Por suerte, cada vez son más las personas mayores que acuden a un psicólogo.
La función principal del psicólogo en esta área será promover la participación activa de la persona. Desarrollar habilidades de afrontamiento emocional permitirá a la persona adaptarse a situaciones de estrés o periodos sin compañía.
Podríamos clasificar en tres las áreas sobre las que el psicólogo actúa promoviendo un envejecimiento más activo y, en consecuencia, más saludable:
- Mejora del funcionamiento cognitivo, trabajando la inteligencia emocional y el afrontamiento y regulación de emociones.
- Activar estilo de vida y movimiento físico
- Fomentar interés en actividades sociales y participativas
Cierto es que con el paso de los años aparecen las limitaciones, ya sean físicas o cognitivas. Tendiendo estos factores en cuenta todavía son muchos los avances que podemos practicar para llegar a sus metas. Estableciendo un programa de promoción de la salud, estas son sólo algunas ideas:
- Estimulación cognitiva con ejercicios mentales
- Desarrollo de inteligencia emocional (identificación de emociones y expresión y regulación de las mismas)
- Desarrollo de habilidades sociales (comunicación, asertividad, pedir ayuda, etc.)
- Ejercicios físicos suaves, estiramientos o rehabilitación física si fuera necesario
No demos por hecho que una persona de avanzada edad no puede decidir por sí misma. No caigamos en una actitud paternalista o de infantilización. Es posible que al principio sólo necesiten algo de ayuda. ¿Qué tal si les motivamos a tener una mejor calidad de vida emocional?