Trastorno disociativo en Zaragoza
A menudo podemos encontrar que no somos muy conscientes de algunas cosas que pasan a nuestro alrededor o incluso de algunos aspectos que ocurren en nuestro mundo interior. Podemos hacer algunas actividades sin mucha conciencia sobre ellas, un ejemplo típico es conducir, especialmente cuando realizamos un trayecto muchas veces; o a veces puedo hacer algo con total espontaneidad mientras que otras veces parece que no puedo hacerlo con tanta facilidad.
Es frecuente también encontrar que a veces no recordamos parte de nuestras vidas o momentos concretos, o que de repente nos quedamos ensimismados/as sin que podamos responder al entorno o a las personas que nos rodean. En otras ocasiones, podemos sentir que tenemos varias partes de nuestra personalidad que se sienten, piensan y hacen cosas diferentes o incluso podemos no sentir determinadas emociones (por ejemplo la tristeza) aunque mostremos a los demás síntomas de que las sentimos (por ejemplo cuando se me caen las lágrimas).
Estos ejemplos y otros hacen referencia a un concepto denominado disociación.
Así pues, es posible hablar de una disociación en cuanto a determinados procesos psicológicos como alteraciones de la memoria (amnesias o lagunas amnésicas), alteraciones de la identidad y alteraciones en la percepción del ambiente y del entorno; así como también se recoge la disociación de experiencias que afectan al cuerpo, a reacciones y funciones somáticas.
Algunos autores mencionan también dos formas de disociación que serían el desapego y la compartimentalización.
El desapego incluiría experiencias y síntomas como la desrealización, la despersonalización y las experiencias extracorporales donde la persona puede llegar a experimentar estados alterados de consciencia caracterizados por la sensación de separación, ya sea de sí mismo o del entorno. La persona vivencia este tipo de experiencias con gran malestar y preocupación. Por otro lado, la compartimentalización englobaría síntomas como la amnesia disociativa, la parálisis conversiva, la pérdida sensorial o problemas somáticos.
Los trastornos disociativos son una patología poco frecuente. Está asociada a la presencia de acontecimientos traumáticos en la infancia, especialmente a los abusos sexuales. El tratamiento para los trastornos disociativos puede requerir terapia psicológica combinada con tratamiento psiquiátrico. La terapia EMDR ofrece una forma de integrar la compartimentalización, desbloquear experiencias traumáticas y reducir el malestar de la persona.
Si te sientes identificado con lo que estás leyendo puedes realizar la escala de disociación o DES.
Trastorno disociativo
Terapias psicológicas en Vitae Zaragoza
Laura Rato (Colegiada A-2948)
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